lunes, enero 23, 2012

El videojuego de la existencia

(Respuestas sobre el amor)



La vida es como un videojuego, el principio es excitante, todo esta por descubrir aunque se tienen pocos recursos y poca sabiduría también
Hacia la mitad ya hemos descifrado la buena parte de las respuestas y los desafíos son mas fáciles de superar aunque el mundo ha perdido consecuentemente un poco del espíritu de aventura original (No se puede comer la torta y conservarla)
Calculo que mas hacia el final la cosa se pone un poco mas aburrida y es cada vez mas difícil encontrar cosas que nos emocionen?
Ya veremos como cruzar ese puente mas tarde...

Hace algunos años escribí estas preguntas sobre el amor y hoy que tengo la mayoría de las respuestas me doy cuenta que consecuentemente el amor ya no tiene toda esa magia adolescente que solía tener antes…
Por otro lado lo paradójico de conocer las respuestas es que mayoritariamente le sirven solo a uno mismo, el prójimo tiende a buscar sus propias respuestas y aunque yo se que están en general equivocadas, a quien le importa?
A los que mas les debería importar no les interesa, ojos que no ven corazón que no siente, se puede vivir bastante decentemente con una buena mayoría de respuestas equivocadas, la tribu nos protege de nuestros propios errores…
El único precio que usualmente se paga por no tener las respuestas correctas es no poder ser mas feliz, pero de nuevo: Quien lo sabe?

PREGUNTAS

Con que tiene que ver el amor?
Con la piel? Con los ojos? Con los veranos?
Con una curva o dos?
Con un roce de los dedos?
Con una sonrisa y una mirada?
Con la filosofía de vida?
Con los gustos en música?
Con un paseo al sol?
Con la fertilidad? Con los sueños?
Con los hijos? Con la familia?
Con la forma en que te ponés colorada y mirás hacia otro lado?
Con pavadas?
Con la profundidad insondable del alma?
Con una vuelta del pelo?
Con la forma de moverse?
Con imperceptibles gotas de hormonas que flotan en el aire?
Con el sudor? Con las lágrimas?
Con las fantasías de lo que creemos que son los otros?
Con las fantasías de lo que nos gustaría que fuera el amor?
Con las comedias baratas de Hollywood?
Con los hectolitros de sangre que fluyen por el corazón año tras año?
Con el temblor incontrolable de las manos?
Con la avalancha en el pecho?
Con el nudo en el estómago?
Con el cosquilleo en los ojos?
Con que nos gusten las mismas películas?
Con que nos guste ir al campo?
Con los modelos sociales?
Con la atracción puramente animal?
Con una identificación profunda de las almas?
Con lo que dice Silvio Rodríguez que es el amor?
Con lo que dice Celine Dion que es el amor?
Con lo que dicen que es el amor?
Con todos los que han amado?
Con los que nunca han amado?
Con el misterio? Con la musica country?
Con los sábados a la siesta?
Con los humores de la entrepierna?
Con el vacío que a veces sentimos en el lado
izquierdo del pecho?
Con que carajo tiene que ver el amor?

RESPUESTAS

Malas noticias para los que aun nos emocionamos escuchando a Freddie cantando "Love of my life": El amor resultó ser solo un subproducto de la antiquísima necesidad de reproducción para la supervivencia de la especie
De que otra forma lograríamos aguantarnos lo suficiente para tener crías? De que otra forma nos lanzaríamos a cruzar el abismo que media entre los seres humanos?
Lo demás vino todo por añadidura con los años, o mejor dicho con los siglos y milenios que llevo desarrollar el mercado de los ramos de flores, los anillos de diamantes, los paseos bajo la luna, los atardeceres románticos y los días de San Valentin
La necesidad de compañía hizo el resto, somos animales demasiado vulnerables si estamos solos, ni que hablar de los críos que serian fastfood en manos de cualquier transeúnte humano, tigre, cocodrilo o bacteria sin la protección de la manada que luego fue la tribu y el chaman dijo: "No os deseareis sino bajo mis reglas" y allí empezó a complicarse el amor, en la frontera entre lo prohibido y lo aceptado, lo animal y lo intelectual, los ideales y las hormonas, la pasión de las curvas ocultas, los juegos de poder y los patrones éticos y estéticos de todas las épocas y lugares que te puedas imaginar.
La atracción del poder y del éxito eso si ya estaba en los genes, la simple y brutal matemática de la selección natural mal que les pese al coro de sufrientes románticos empedernidos que creen en el "verdadero amor" y otras pavadas por estilo
El verdadero amor? El amor que te sucedió en verdad, el viejo llamado de la sangre jugo una mano de poker con el azar y encontraste a alguien que pudo se otro pero fue "ese". La mujer de tu vida? Tal vez no la que mas amaste sino la que compartió los años y los hijos y las alegrías y las tristezas… recomiendo en este caso el clásico de Marcelo Mastroiani "Ojos Negros" o "La Edad de la Inocencia" con Winona Ryder, Daniel Day-Lewis y Michelle Pfeiffer.

Y que es amar mas anyway? Amar muy intensamente o amar mucho tiempo? Un minuto en la montaña rusa o una larga tarde de caminata por la playa?

Lo que es seguro es que la vida pasa como todo, lo mas sensato es sacarle el jugo al presente y jugar bien las cartas que nos tocaron en suerte, las manos van cambiando con los años y las apuestas no son las mismas a los 20 todavía buscando el amor y libre como el viento que a los 40 navegando el velero que debe llevar la familia a algún puerto lejano, pero de todas maneras nos empeñamos como siempre en caminar en la frontera entre la realidad y los ideales, entre lo que es el amor y lo que nos gustaría que fuera el amor, "...que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son…"

3 comentarios:

Rosa dijo...

Nos levantamos por la mañana dispuestos a ser. Eso en el caso de que haya consciencia suficiente de ello y que la vida no sea una pura inercia que nos activa simplemente para seguir. Si somos algo conscientes, entonces nos gusta que nuestro ser se enriquezca, que se ilumine en algún sentido, empieza a tener un poco de valor cómo somos y no tanto qué somos. Pero tenemos en nuestra naturaleza la curiosa manía de transcender nuestro yo (perpetuarnos en nuestros hijos sólo es una de sus formas). Hay algo de la energía sobrante que generamos que no se contenta en gastarla en bailar o correr dando vueltas a un parque y se usa en buscar transcendencia de algún tipo. El deseo de compartir empieza a tener más peso en cuanto más valoremos nuestro ser.
Pero, y creo que es porque no nos valoramos individualmente, compartimos desde una necesidad, no desde el placer, el gusto o el deseo de hacerlo. Ahí se lía todo porque el deseo es instintivo, espontáneo y la necesidad es creada y, por lo tanto, responde a modelos. Además, un individuo con necesidades se puede manipular muy fácilmente y de hecho pasa en todas las sociedades, en cualquiera, sea del tipo que sea.
Pero quizás sean también esas necesidades las que nos hacen evolucionar y no el deseo de hacerlo.

Yo cada vez identifico más el amor con el acompañamiento de lo que soy y eso lo notó en la respiración, en el ritmo, en el gusto por hacer o por compartir y lo que soy se llena a menudo de tantas cosas que no controlo... Unas veces volcán y otras mendigo de caricias, en la frontera de todo y en un lugar de nadie, pero siempre aprendiendo, amigo.

Antonio the Outlander dijo...

Necesidad vs deseo, lindo tema...
Según nuestra vieja y querida Real Academia Española
Desear =
"Aspirar con vehemencia al conocimiento, posesión o disfrute de algo"
Necesario =
"Que es menester indispensablemente, o hace falta para un fin"
Necesidad =
"Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida"
En mi caso siendo objetivista me inclino mas por el individualismo que por el colectivismo por lo que soy un convencido que la única manera de ser feliz (el "fin" mencionado en la definición de necesario) es lograr sincronizar lo mejor posible nuestros DESEOS con nuestras NECESIDADES lo cual amalgamando las definiciones de la RAE se traduciría en lo siguiente:
"Aspirar con vehemencia al conocimiento, posición o disfrute de las cosas que son menester para la conservación de la vida"

Creo sin lugar a dudas que no-todo-vale y que hay cosas que objetivamente están a favor de la vida porque el hombre es un organismo con necesidades especificas acorde con su naturaleza metafísica, como por ejemplo la autoestima, la libertad, el bienestar material, disfrutar del amor y el sexo y los hijos, superar desafíos y mejorarse, la amistad de personas valiosas, el éxito en los proyectos, viajar, comunicarse y relacionarse, hacer y estudiar cosas variadas, jugar, etc.

Las sociedades y las religiones de todas la épocas (con muy pocas excepciones) han instigado en cambio el camino opuesto ya que ninguna forma es mas efectiva para controlar a las personas que obligarlas a divorciar sus deseos y su ética de sus necesidades vitales, enseñadores desde muy pequeños a "desear" artificialmente cosas que van en contra de su propia vida, proponiendoles como modelo la ética altruista del autosacrificio que atenta básicamente contra su autoestima, su bienestar material, su libertad, el éxito en los proyectos y en general contra cualquier forma de disfrute de la existencia.

Si puedes convencer a un perro de que esta mal mear los arboles y ladrarle a las motos que pasan, lo seguirá haciendo a escondidas o al menos lo deseara en secreto y con culpa y será siempre un perro infeliz y sin autoestima, así lo tendras bajo tu control toda su miserable vida...

Es así que creo vehementemente que es fácil saber cuan infeliz es una persona: basta observar cuan lejos están sus deseos de sus necesidades.

Rosa dijo...

Ratito para escribir: De acuerdo con mucho de lo que escribes mientras que asumamos que el hombre es racional. La cosa se complica, y hasta te diría que tiene su gracia que así sea, cuando ese ser racional se comporta de forma irracional hecho que no es un supuesto, es un comportamiento observable. Creo que es ese el campo del deseo y de las creencias. Un individuo no deja de serlo porque se comporte irracionalmente, aunque es menos objetivable, es verdad. Pero yo no abandonaría ese análisis porque dar entrada a la parte no racional del individuo tiene sus implicaciones. Observar que el deseo, o la creencia, puede venir de un “lugar” no identificable, o no sólo, con nuestro principal órgano, el cerebro, deja libre el análisis para pensar que no sólo somos cerebro, habrá que estudiar por otros senderos en que se justifiquen o tengan cabida otras partes olvidadas de nuestra naturaleza humana.
No hay uvas que sepan mejor que las deseadas, aunque sepamos que, nada más rozar nuestro paladar se tornen amargas (La fábula de la zorra y las uvas). No puedo abandonar eso para adaptarlo a mis necesidades o, es verdad, quizás no quiero.