viernes, septiembre 09, 2011

Las Medallas de la Vida

(Espacio poético)



Los Fronterianos (que fronterizo es otra cosa) llevamos
las amonestaciones de la Sociedad y de la Realidad como medallas
y las heridas que nos ha dejado la vida en el cuerpo y en el alma
con un cierto orgullo

Ellas no solo nos recuerdan que hemos vivido,
cuentan especialmente las historias de nuestras modestas
aventuras cotidianas

Dicen que a veces nos animamos a probar, a llegar a los limites,
a dejar por momentos lo seguro y lo confortable y nos arriesgamos
un poco mas alla: En las Fronteras

Ya se que a veces nos ensuciamos un poco las manos y ni que hablar
de las veces que hicimos tristemente el ridículo
Otras veces las decisiones fueron francamente equivocadas
y arriesgamos mucho y ganamos poco

En secreto hemos traspasado algunas barreras,
o doblamos un poco las reglas y tenemos algun que otro olvidado
problema con las leyes de los hombres o de la Naturaleza
porque para ser honestos metimos la pata mas de una vez

Pero valio la pena, una vez le conocimos la cara al viento en los
caminos olvidados que circundan la Laguna Mar Chiquita
otra vez le pusimos el cascabel al gato que se escondia en el tejado
de la casa de Cabalango, era un lejano verano del año 1973 y la vida
estaba todavia por ocurrir

Y ahora que lo veo bien la historia no parece tan Wow!
tan "oh que aventurero este muchacho"
mas bien parece el relato de un niño un tanto pobre y un poco triste
que crecio medio como exiliado lejos del Centro y de las cosas que brillan

Y aunque se abrió paso en la vida todavia conserva el alma aquella
como la de un gourmet que huele eternamente mal
como las viejas compotas que no dan respiro al caníbal que hay en mi
y que no es siempre bien recibido en un banquete así...