viernes, enero 29, 2010

Diferenciando e integrando la vida

(Los límites de la existencia)



Para los no muy versados en las ciencias exactas el título alude a operaciones matemáticas de cierto nivel, mas precisamente en el área denominada "Análisis Matemático": Diferenciales, integrales y límites.
Si me permiten los lectores voy a introducir algo de mi reciente experiencia personal en el siguiente análisis filosófico (que otra cosa es la vida sino una "experiencia personal"?)

Hace unos años emprendí el duro camino de revisar toda la base conceptual en la que estaba basada mi vida, tarea que muy pocas personas emprenden por los riesgos que implica incluso para la estabilidad y continuidad de la propia identidad que depende de la contestacion a la pregunta mas básica de todas: "Quien soy?"
Y cuya respuesta esta intrínsecamente ligada a "Quien fui?" ya que la generación espontánea no existe

En esta revisión encontré que en muchas áreas no tenia conceptos de base sólidos y en otras no tenía ninguno. Había estado hablando "al cuete" la mayor parte de mi existencia adulta: Que desperdicio.
Pero mas vale tarde que nunca me dedique en los últimos años a reconstruir el edificio de mi pensamiento desde los cimientos y puedo decir que valió la pena, la vida me encuentra hoy mas sólido, mas preparado para los desafíos del presente y del futuro incluyendo criar un hijo tardío que recién hace dos años ha llegado a mi vida.

En esto le estoy eternamente agradecido al profesor Daniel Biassi que me hablo por primera vez del Objetivismo y también a mi mismo porque fui el único en todo el curso que se interesó en el tema y eso me lleva a la primera pregunta importante para este análisis:

1-Que nos guía cuando parece que nada nos guía?

Por otro lado y siguiendo con mi historia reciente esta revisión me llevó a DIFERENCIAR la paja del trigo, lo bueno de lo malo, lo moral de lo inmoral. A repensar mis mas profundos valores, a "checkear mis premisas", incluso a mudarme de país (1) y a despreciar los pasados 40 años de mi vida.
Pero aunque razones no me faltan el principio Aristoteliano de identidad metafísica es inmutable: A es A y no se puede simplemente borrar de un plumazo lo que uno fué que es ni mas ni menos el origen de lo que uno "es".
Que hacer entonces si ignorar/destruir el pasado no funciona?
La respuesta es INTEGRAR, que es casualmente la otra función básica esencial que nuestra mente utiliza para la formación de conceptos, es decir para entender el mundo (2). Aunque en este caso con un significado un poco diferente: "Unir" o dicho mas rudamente: pegar con poxipol el mamarracho, armar el rompecabezas, organizar el cambalache.
Y aquí viene la pregunta numero dos:

2-Como pegar lo diferente? Como integrar agua con aceite con jarabe para la tos?

La respuesta una vez más esta del lado de adentro de la meninge: racionalmente.
El pasado no se puede cambiar, pero si se puede reanalizar desde una perspectiva diferente, se pueden rescatar cosas que antes nos avergonzaban, se pueden explicar mejor tal vez las cosas que aun nos avergüenzan, se pueden perdonar las cosas perdonables, se puede pedir perdón por las imperdonables, se pueden revalorizar los esfuerzos aún si fueron pobres o ineficientes. Pero no se puede vivir partido en dos...

Aquí llega entonces la respuesta a la pregunta numero uno:
Que nos guía cuando parece que nada nos guía?
La respuesta es: Nosotros mismos y los Dioses, es decir el simple suceder de la existencia dentro y fuera de nuestro control incluyendo desde la genética hasta el tiempo y el lugar en que nacimos y las circunstancias en que crecimos que incluyen en especial las personas que conocemos ya sea por contacto directo o a través de libros u otros medios de comunicación
(De los limites ni hablar, los remito al primer post que da origen al nombre de este blog "Reflexiones sobre los bordes")

Y hablando de "los Dioses" y para ir cerrando este post una pista para los pocos que la quieran seguir: Lean el libro de Matthew Alper "La parte de Dios del cerebro" allí esta la respuesta a nuestras plegarias y la explicación de donde están los Dioses y porque los necesitamos...

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(1) Nota para el puñado de objetivistas que puede haber en Argentina: No vengan a vivir a los EE.UU. pensando que este es el paraíso de los derechos individuales, el Capitalismo, la razón y la libertad: Llegarían un siglo tarde porque todo eso esta en franca declinación desde hace mucho tiempo a partir del "New Deal" de F. D. Rooselvet luego de la Gran Depresión de 1929

(2) Las dos funciones básicas de nuestra mente consciente en la formación de conceptos son: "Diferenciar" entidades por sus características particulares y luego "integrar" las entidades por similitudes en conceptos. Por ejemplo diferenciar una mesa de una silla, una puerta o un árbol y luego integrar todas las mesas percibidas en el concepto general "mesa" que se refiere a todas y a ninguna en particular

Quien soy

(Espacio poético)



Soy el que nació en una Maternidad Provincial
no había ni algodón
Soy el que fui y el que fué: Al Zorrilla, a Villa General Belgrano,
a la Fiesta de la Cerveza cuando todavía no era famosa pero
increíbles bailarinas Paraguayas danzaban con pilas de botellas
en la cabeza, a las vacaciones en Cabalango, al río, a los territorios
inexplorados en bicicleta, a los "monoblocks" de Buenos Aires
en Curapaligüe al 800 en aquel verano lejano donde
las baterías Eveready de 9v peleaban interminables batallas
a la siesta contra los soldaditos de plástico en los sillones del living

Soy el que nunca olvidó el autito Duravit que perdi en un colectivo
gigantesco que se lo llevo para siempre a ningún lugar
dejándome una tristeza que solo un niño puede tener
Soy el que jugaba por los montes del Kindergarten donde
habitaba el puma, blandiendo la Excalibur de plástico barato
mas brillante del mundo
Soy el que se cayo a un pozo donde quemaban basura
y se salvó de milagro a pesar que no cree en los milagros

Soy el que luchaba con esqueletos de madera de cajón de manzana
en el baldío mas maravilloso de la ciudad donde todo tipo
de cosas mágicas acontecían, donde vivían las Brujas del Gallinero
donde cada día era una aventura, donde hacíamos experimentos
con botellitas de perfume y remedios que tiraba el Doctor Nelli
y explotábamos aerosoles en fogatas y hacíamos túneles secretos
y nos aventurábamos en el inmenso tanque en desuso por décadas
que todos los días amenazaba con caerse como la Torre de Pisa

Soy el que no tuvo el Kangurin ni el Escalectrix pero se los hizo,
de madera y bulones y partes de bicicletas, atados con alambre
pero se los hizo y aprendió en el camino.
También fabricábamos arcos tallados de la madera de las ramas
de los árboles y flechas de caña enderezadas al fuego
como los indios del Chaco
Y nos hicimos un extraordinario kit de Jim West con cuchillos en la
puntera de los zapatos y mini soldadores para escapar de la cárcel
y una pistolita que salía automáticamente por la manga cada vez que
necesitábamos salvarnos la vida...

Lo que si tuve fué un yo-yo Russel Legítimo y unos zapatos de punta
cuadrada rojizos con suela Febo que mi madre encontró de oferta
en alguna zapatería de la calle San Martin y duraron años,
tenían una belleza extraña y acharolada que ha quedado por alguna
causa grabada en mi memoria junto con las caras de Pacheco y
Korochinsky y las mellizas Gomez que nunca quisieron ser mis novias

Luego los años pasaron, la secundaria, las primeras novias
y las segundas y las terceras, Caserotto que cantaba Sui Generis en los
recreos en una vieja guitarra hecha acústica casera
los recitales de Seru Giran, las aventuras de mochileros con Pololo
y trabajo doble turno en la imprenta de Fassari haciendo logos con
Rotring, Letraset, tempera blanca y el moco, siempre el moco a la
vuelta de cualquier esquina

El primer gran amor y los viajes al interior con el Correo
la Facu que nunca terminé, las medallas al mérito y a la estupidez
la Spili, las fotos de los festivales de teatro, las noches en el laboratorio,
las escuelas de modelos las primeras Mac que demoraban eternidades
para un solo filtro de Photoshop
Y todo eso me trajo finalmente hasta aquí a este país lejano.
Ahora soy el padre y el hijo y las aventuras ya no son lo que eran antes
pero algunas siestas salgo a dar una vuelta en moto por las montañas

Ya no soy de acá, ni soy de allá, solo soy el que soy con un poco
de viento a favor, y unos metros de chancuí,
pero eso si como decía Frankie lo hice a mi manera.
Lo cual no es ninguna novedad porque todos lo hacemos a
"nuestra manera", pero quedaba bien para cerrar este poema