sábado, junio 02, 2007

Sos feliz?

(Te has preguntado por qué?)



Hace poco en un curso sobre comunicación el profesor nos preguntó de improvisto si éramos felices y las respuestas variaban desde el clásico "la felicidad es una visitante de breves momentos" hasta "la felicidad es solo un distante objetivo que rara vez se logra"
Lo primero que me gustaría dejar sentado es que la felicidad es viable que "ser feliz" es posible como un estado mas o menos permanente por oposición a "estar feliz" que suena mucho mas ocasional
La felicidad en todo caso forma parte de un set de valores fundamentales a los que el 99% de las personas normalmente aspiramos sin demasiadas distinciones de raza, nacionalidad, religión, o posición económica junto con libertad, paz, amor, plenitud y sabiduría por ejemplo. Con todo lo enormemente diferentes que podemos llegar a ser los seres humanos estos valores o aspiraciones tan simples y básicos nos igualan notablemente.
Sos feliz? Te has preguntado porque?
Creo que en el "porque" esta probablemente la incógnita mas interesante y aquí entra una distinción que también surgió en el curso de comunicación y que quiero compartir con ustedes:

La interioridad vs la exterioridad de los "porque"

Una buena mayoría de la población de nuestro planeta asocia la felicidad (y muchos de los demás valores básicos mencionados) con cosas que les pasan, con circunstancias, hechos, reconocimientos o triunfos externos a ellos mismos y que por lo tanto forman parte de la "exterioridad", del afuera, de lo no se puede controlar, al menos no en su totalidad (ni mucho menos): La palmada del jefe, el premio del concurso, el amor de la esposa, la pasión del amante, el reconocimiento de los padres, la casa mas linda, el auto nuevo, el golpe de suerte, el cariño de los amigos, el asado del domingo, el titulo profesional, un aumento de sueldo, la salud, el bienestar de la familia, el televisor de plasma, la sonrisa de la señora del almacén, ganar esa dura batalla, cumplir ese viejo sueño...
Sobre nada de eso tenemos control y mucho de todo eso ni siquiera es totalmente mérito nuestro, lo que nos provoca una permanente sensación de: miedo.
Miedo de perder lo encontrado y por ende de dejar de ser "felices" luego de haberlo perdido

La interioridad en cambio se presenta mucho mas prometedora en este sentido: Si soy feliz por "lo que soy" y no por "lo que tengo" o por "lo que me pasa" la felicidad se torna prácticamente inexpugnable, solo la perdemos al morir, en cuyo caso ya no nos hará mas falta.
Lógico: cultivar el interior es mucho mas difícil y prolongado que comprarse un auto nuevo con el aguinaldo o conservar el cariño de tus hijos regalándoles juguetes para navidad. Es un camino por descubrir, muchas veces arriesgado y los desafíos son grandes pero vale la pena, sin dudas que vale la pena.
Acrecentar el capital interno aparece como mucho mas seguro frente a los vaivenes de la bolsa o de la vida: Aprender, ser mejores, conocer más, crecer, conocernos mejor, aprender a amar en lugar de esperar simplemente ser amados, buscar la plenitud en vez de esperar que ella nos encuentre, volvernos sobre nosotros mismos y en un grandioso arranque de egoísmo tratar de ser felices todo el tiempo para así en todo caso y finalmente tener algo genuino para dar a los demás, algo infinitamente mas importante que un poco de caridad: Una luz en el camino.

7 comentarios:

Morenita dijo...

Yo creo que tenés mucha razón, pero a la gente que de verdad ha elegido ese camino, se le complicaría admitirlo por humildad...

Antonio the Outlander dijo...

La Co: Me gusto mucho tu blog, ya te dejare algun comentario por alli... En cuando a la "humildad" tenes razon, pero creo yo que es una humildad malentendida, esa humildad que a mucha gente le impide decir lo que piensa, especialmente acerca de si mismos.
Tal vez te guste leer "El Manantial" o "La Rebelión de Atlas" de Ayn Rand, la madre del objetivismo. Ella esta en contra de esa especie de falsa humildad. Saludos.

Anónimo dijo...

¿¿Te acordás de mí??

Del blog del Indio.

Bueno, suerte. Ando apurado. Cuando tenga tiempo, vas a tener el privilegio de que te lea.

Suerte, che.

Coria.

Anónimo dijo...

Lo de la Felicidad es un tema relativamente complicado. Puedes tener tu forma muy particular de describirla. Pero hay que sentir en carne propia el miedo a ser felíz, porque sabes que la felicidad dura muy poco. Hoy la tienes, la sientes, la palpitas y mañana se te va o te la quitan.
Puedes estar preparado para no perder la felicidad, pero no es muy fácil "hacer la vista gorda" a un problema como por ejemplo la`pérdida de un ser querido. Se te van hasta las ganas de vivir.

Anónimo dijo...

Días pasados recordaba este artículo, sobre la felicidad. Y te diré que me sentí felíz al saber que las pequeñas cosas de la vida pueden ser tan importantes como las grandes.
Incluso a veces, pueden ser mejores como para hacer sentir bien a alguien que nunca ha creido en el verdadero amor.
Y te diré por qué digo ésto. Tengo un amigo que siempre le había dado muchísima importancia a lo económico. Muchas veces dijo que no le interesaban los sentimientos, la meditación. Eran ideas superfluas. Lo que sí le interesaba era llegar a fin de mes con la suficiente cantidad de dinero como para cubrir los gastos, pagar rentas, etc.
El otro día me escribió. Y vaya saber qué le hizo cambiar de idea. Pero lo ví, lo sentí tan feliz, a pesar de que me ha contado que vendió su empresa y cambió de actividad laboral. Me ha dicho que ahora tiene tiempo para sí mismo, que las cosas pequeñas de las que yo siempre le he hablado son tan importantes ahora, tanto como las más imponentes... En fin, creo que mi amigo español, ha cambiado su forma de vida y su forma de pensar sobre qué es la felicidad.

Antonio the Outlander dijo...

Querida Anna:

Tema particular si los hay el de la felicidad, y digo "particular" en referencia a lo personal, a lo que cada uno considera que es ser feliz.
Aunque paradójicamente y por el otro lado las cosas que nos dan felicidad a los seres humanos son bastante comunes, y digo "comunes" en el sentido que suelen ser compartidas por una gran mayoría de la población del planeta sin demasiada distinción de razas, culturas y religiones, tales como por ejemplo tener libertad, un hogar, un trabajo, un pago por ese trabajo, salud, amor y/o reconocimiento, una familia o grupo de pertenencia de algún tipo, tiempo libre para hacer algún hobby, etc.
Tal vez la clave en el caso tu amigo la podemos encontrar en el fenómeno de los "ciclos" tan presentes en toda la naturaleza, tal vez se agotó un ciclo para el como empresario y quería comenzar una etapa diferente haciendo algo distinto, cambiando algunos de sus valores o prioridades para disfrutar mas de otras cosas de la vida que antes no disfrutaba tanto... Quién sabe (no lo conozco)
Yo personalmente he llegado a la conclusión que no hay en todo caso tales cosas como "las pequeñas cosas de la vida" y que un empresario no necesariamente es alguien intelectual o emocionalmente vacío, al contrario a partir especialmente de mi acercamiento al Objetivismo de Ayn Rand (ver mi último post) creo con mas firmeza que los empresarios son una parte vital de la sociedad moderna.
En todo caso creo que lo maravilloso de vivir en libertad es la posibilidad que tenemos cada uno de elegir de acuerdo a nuestros valores que cosas consideramos "pequeñas" y que cosas consideramos "grandes" en nuestra existencia.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Tonix

Rescato sobre tu comentario para decirte lo siguiente:

El fenómeno de los ciclos tan presente en toda la
naturaleza, es real, existe. Tal vez se agota un ciclo
y comienza una etapa diferente para hacer algo
distinto, cambiando algunos valores o prioridades
para disfrutar más de otras cosas de la vida.
Un empresario no necesariamente es alguien
intelectual o emocionalmente vacío.
Los empresarios son una parte vital de la sociedad
moderna.
Pero también digo, tal vez contraponiendo tu postura,
que las cosas Pequeñas de la vida SÍ existen y son tan
importantes como las consideradas Grandes cosas.