viernes, enero 29, 2010

Quien soy

(Espacio poético)



Soy el que nació en una Maternidad Provincial
no había ni algodón
Soy el que fui y el que fué: Al Zorrilla, a Villa General Belgrano,
a la Fiesta de la Cerveza cuando todavía no era famosa pero
increíbles bailarinas Paraguayas danzaban con pilas de botellas
en la cabeza, a las vacaciones en Cabalango, al río, a los territorios
inexplorados en bicicleta, a los "monoblocks" de Buenos Aires
en Curapaligüe al 800 en aquel verano lejano donde
las baterías Eveready de 9v peleaban interminables batallas
a la siesta contra los soldaditos de plástico en los sillones del living

Soy el que nunca olvidó el autito Duravit que perdi en un colectivo
gigantesco que se lo llevo para siempre a ningún lugar
dejándome una tristeza que solo un niño puede tener
Soy el que jugaba por los montes del Kindergarten donde
habitaba el puma, blandiendo la Excalibur de plástico barato
mas brillante del mundo
Soy el que se cayo a un pozo donde quemaban basura
y se salvó de milagro a pesar que no cree en los milagros

Soy el que luchaba con esqueletos de madera de cajón de manzana
en el baldío mas maravilloso de la ciudad donde todo tipo
de cosas mágicas acontecían, donde vivían las Brujas del Gallinero
donde cada día era una aventura, donde hacíamos experimentos
con botellitas de perfume y remedios que tiraba el Doctor Nelli
y explotábamos aerosoles en fogatas y hacíamos túneles secretos
y nos aventurábamos en el inmenso tanque en desuso por décadas
que todos los días amenazaba con caerse como la Torre de Pisa

Soy el que no tuvo el Kangurin ni el Escalectrix pero se los hizo,
de madera y bulones y partes de bicicletas, atados con alambre
pero se los hizo y aprendió en el camino.
También fabricábamos arcos tallados de la madera de las ramas
de los árboles y flechas de caña enderezadas al fuego
como los indios del Chaco
Y nos hicimos un extraordinario kit de Jim West con cuchillos en la
puntera de los zapatos y mini soldadores para escapar de la cárcel
y una pistolita que salía automáticamente por la manga cada vez que
necesitábamos salvarnos la vida...

Lo que si tuve fué un yo-yo Russel Legítimo y unos zapatos de punta
cuadrada rojizos con suela Febo que mi madre encontró de oferta
en alguna zapatería de la calle San Martin y duraron años,
tenían una belleza extraña y acharolada que ha quedado por alguna
causa grabada en mi memoria junto con las caras de Pacheco y
Korochinsky y las mellizas Gomez que nunca quisieron ser mis novias

Luego los años pasaron, la secundaria, las primeras novias
y las segundas y las terceras, Caserotto que cantaba Sui Generis en los
recreos en una vieja guitarra hecha acústica casera
los recitales de Seru Giran, las aventuras de mochileros con Pololo
y trabajo doble turno en la imprenta de Fassari haciendo logos con
Rotring, Letraset, tempera blanca y el moco, siempre el moco a la
vuelta de cualquier esquina

El primer gran amor y los viajes al interior con el Correo
la Facu que nunca terminé, las medallas al mérito y a la estupidez
la Spili, las fotos de los festivales de teatro, las noches en el laboratorio,
las escuelas de modelos las primeras Mac que demoraban eternidades
para un solo filtro de Photoshop
Y todo eso me trajo finalmente hasta aquí a este país lejano.
Ahora soy el padre y el hijo y las aventuras ya no son lo que eran antes
pero algunas siestas salgo a dar una vuelta en moto por las montañas

Ya no soy de acá, ni soy de allá, solo soy el que soy con un poco
de viento a favor, y unos metros de chancuí,
pero eso si como decía Frankie lo hice a mi manera.
Lo cual no es ninguna novedad porque todos lo hacemos a
"nuestra manera", pero quedaba bien para cerrar este poema

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