Me doy cuenta por el leve temblor de la mano al teclear
Me doy cuenta porque el tipo de adentro del espejo se mueve
cuando paso por delante mientras me mira con un cierto aire mezcla de
asombro y recriminación,
como lamentando el próximo pelo que se le caerá por culpa mía
Me doy cuenta que estoy vivo cuando noto el vacío
(diminuto si se quiere)
de la primera muela que ya no volverá
Me doy cuenta que estoy vivo porque el viento me pega en la cara
y el sol también de este mediodía cegador, caminando por la Irigoyen
hacia el centro mientras el ultimo otoño del siglo me susurra al oído
que todavía queda algo de tiempo por vivir en esa caprichosa
cuenta del banco del destino con saldo siempre desconocido
Me doy cuenta que estoy vivo entre otras cosas por la vieja angustia
que convive hace ya mucho tiempo con mi esófago,
y que se despabila un poco de su habitual modorra cuando pienso
(casi todos los benditos días pienso)
en la muerte,
en la nada que nos espera por toda la eternidad que viene,
en la nada de la que venimos por toda la eternidad que pasó,
en nosotros tan frágiles piloteando nuestras vidas sin una puta brújula
de juguete aunque sea, sin un mapa, sin una linea de costa,
sin un catalejo con lentes de plástico de Taiwan, nada
Solo el cotidiano aprovechar que el aire sigue transitando
automáticamente por los pulmones y el bobo dale que te dale
bombea y bombea solitario en el centro del pecho,
justo al lado de la vieja angustia,
(calculo que a estas altura ya deben ser buenos amigos)
Me doy cuenta que estoy vivo porque me da todo el tiempo
por hacer pelotudeces para-no-se-muy-bien-que-pero-sino-
que-aburrido-seria-todo-esto-boy!
Me doy cuenta que estoy vivo cuando corro para cruzar la Plaza España
antes que me pise algún camión esmoguero
o cuando siento un casi imperceptible miedo si el termómetro
marca dos lineas mas de fiebre que lo usual, dictaminando
que hay que quedarse en la camucha mirando todo el día
el gran circo multicolor que ofrece la caja mágica que
instalé en el dormitorio
o cuando me ronronea el corazón,
o cuando me tiembla el alma si las hay
o cuando sin saberlo aprieto los botones de tu pelo
para sacar de premio una bolsita de eternidad
Me doy cuenta que estoy vivo ahora mismo
porque me duelen los ojos frente al monitor de mi Mac,
son las tres de la madrugada y mañana será otro día...